SERGIO FUSTER nos habla de su nuevo libro: La religión en el mundo contemporáneo

"EL ATENTADO A LAS TORRES GEMELAS ASESINÓ A LA HISTORIA" 



Según el teólogo y filósofo Sergio Fuster, este hecho trágico fue un suceso absoluto que inauguró una no-época que suspendió a la historia tal cual la entendíamos en la modernidad y esa detención se debe a la extraña coexistencia de la tecnología avanzada y los arcaísmos de los fundamentalismos religiosos. A raíz de la publicación de su nuevo libro La religión en el mundo contemporáneo conversamos con el autor para profundizar estos aspectos de su pensamiento.

RSH: Tú último libro “La religión en el mundo contemporáneo” es el fruto de las meditaciones sobre la época actual. Según tu opinión ¿en qué época nos encontramos?

SF: Como comprenderás no es fácil situarse en el presente. Es complejo describir una época en que la hiperabundancia de información nos inunda y a la vez que nos da la sensación de que estamos informados, en realidad, estamos a oscuras acerca de lo que verdaderamente pasa. No estamos en la modernidad tal cual la entendió el eurocentrismo. Ya no hay centros sino poli-centros. A pesar de que económicamente existe la clásica dependencia de los países en vías de desarrollo con respecto a los países industrializados, hoy las reglas del juego geopolítico son otras. Tampoco es un posmodernidad como se pensó a partir de la caída del muro de Berlín, cuando caen en el mundo la bipolaridad de la Guerra Fría. Estos sucesos y otros más eran preludio de los últimos días de la historia.  Fukuyama anunció un fin en sentido instrumental yo siento una muerte en el sentido de la idea de tiempo. No estamos ni en la modernidad ni en la posmodernidad, ahí existía la expectativa de llegar al futuro. Todos teníamos expectativas del nuevo milenio, sino pensá en  las películas de esa época, de la literatura. Hoy no. El futuro llegó y es un presente continuo, absoluto. No hay telos hegeliano. Y una  vez que el futuro se vive en la misma dimensión que el presente estamos ante un problema muy grave.

RSH: ¿Como explicas tu teoría de “acontecimeinto absoluto" y “acontecimiento gravitacional"?

SF: No lo aplico totalmente a la teoría de Badiou, sino que utilizo las categorías de absoluto y gravitatorio tomando el sentido de un suceso central, real, visto como de todo ángulo y que no deja lugar a dobles interpretaciones. Por ejemplo la caída de Babilonia en manos de los medos y los persas allá por el 539. C. Este fue un suceso absoluto. O la caída de Constantinopla en poder de los turcos. Pero los sucesos que llevaron a ese desencadenante y sus consecuencias son acontecimientos gravitacionales. La caída de Babilonia trajo aparejada una nueva época, el Imperialismo. La caída de Constantinopla tuvo como consecuencia la Reforma y el descubrimiento de América.

RSH: ¿Por eso según vos el atentado del 11 de septiembre en Nueva York fue el acontecimeinto absoluto que  detuvo a la historia?

SF: Si es por eso. El atentado del 11-s no fue un hecho aislado fue una consecuencia y tuvo a su vez otras consecuencias; con esto no estoy descubriendo nada nuevo. Cuando cae la URSS, los talibanes le atribuyeron esto a una intervención divina. Es decir se construyó alrededor del retiro de los rusos un discurso religioso. Lo mismo pasó desde Occidente, en el imaginario colectivo la URSS cayó por la intervención divina del Papa Juan Pablo II. La caída del muro propició un crecimiento astronómico de la Iglesia Ortodoxa. Israel y Palestina utilizaron el sentido del mito bíblico y coránico para seguir su pelea territorial.  El precio del crudo y la Guerra del Golfo de la década del 90 crearon nuevas geografías políticas en la región y dividieron a chiitas, sunnitas y kurdos. Eran las vísperas del fin del milenio. Se vivía un clima apocalíptico, había un único futuro la llegada del 2000. El clima que se vivía era mágico-religioso. Sumado a las nuevas tecnologías en un rápido avance hizo que el mundo fuera difícil de asimilar con un retorno colectivo a una mentalidad arcaica. El atentado fue en medio de una cosmovisión religiosa global. No solo asesino a miles de inocentes, asesino también a la historia.

RSH ¿Podrías explicarnos mejor tu idea de la “posmodernidad fantasma”?

SF: La historia murió ese día. Ese día comenzó un mundo nuevo sin tiempo. Se detuvo en el presente continuo. La concepción que el futuro llegó y esa llegada nos dejó a su vez sin futuro. La instantaneidad de las nuevas formas digitales de comunicación diluyó el tiempo tangente. El consumismo sin sentido. La multiplicidad de relatos y de mundos (lo religioso con lo tecnológico) construyó no un panorama de sentido hacia adelante sino una detención holográfica. Pasado y presente se encontraron en una síntesis detentiva. Nuevas teorías de simulacros virtuales fueron llevadas a la mentalidad colectiva. Esta puede que no sea la realidad, que sea un simulacro digital de la misma. Algo muy sencillo, lo audiovisual como la televisión. Antes había que esperar el día y hora de la novela. Si te perdías un capitulo era dramático. Esa rutina ordenaba los tiempos. Hoy youtube, Netflix o cosas parecidas nos permite ver televisión cuando queramos. Hay una pérdida de lo temporal y todo se presentifica. Las guerras en Oriente Medio destruyeron prácticamente el patrimonio arqueológico de los orígenes de la humanidad. Sin pasado y sin futuro solo somos arrojados al presente eterno. Hemos perdido consciencia de la vida y de la muerte. Pero ¿qué es este tiempo detenido? Un tiempo que sobre su cadáver surge el fantasma de la posmodernidad, una red digital, impersonal omnipresente y omniutilitaria que funciona como un tipo de espectro. Un Dios. El Dios digital. Quiero decir que vivimos entre dos opuestos, lo arcaico que funciona como una inducción hacia el arquetipo, hacia lo conservador y lo "tecnoteleológico" que prevé un futuro altamente avanzado. Estamos en una etapa de transición que hace que la historia se haya detenido.

RSH ¿Cómo ves el avance de las tecnologías digitales en contraposición de la robótica?

SF: Las tecnologías digitales ya son una realidad. Tal vez pronto surjan las computadoras cuánticas. El avance en el mundo de las comunicaciones ha hecho adelantos sin precedentes. Y seguirá así. La lógica del tardocapitalismo hace que las empresas para sobrevivir deban se transnacionales. Es la lógica del nuevo capitalismo. La comunicación es dinero y el dinero es poder. La robótica todavía está en pañales. Tal vez no ha encontrado todavía una vía de aplicación económica rentable. Por ahora son pruebas piloto. Hay mucho por avanzar en cuestión de inteligencia artificial y hay que ser cauteloso de confundir lo real con el mito. Cuando comiencen a verse sus usos militares es posible que avance mucho más rápido. Falta un poco. Creo, para que podamos utilizar robots cotidianamente. 

RSH ¿Qué opinas del transhumanismo?

SF: Creo que viene de la mano de la robótica. Hace rato que hay marcapasos e implantes dentales y prótesis, pero todo es muy primitivo. No tenemos que confundir la imaginación con la realidad. La filosofía y la literatura son mucho más rápidas que lo que vaya a ocurrir en realidad. ¿Vos pensás que si el transhumanismo fuese una realidad Daniel Scioli no tendría una prótesis de su brazo mejor? ¡Ojo! No hay que olvidar el factor de la manipulación genética. Luc Ferry describió una visión positiva de esto. Yo soy más inclinado a ver el asunto como Fukuyama. Esta idea de superación del humano es peligrosa. El nazismo ya intentaba superar a la raza. Por otra parte surgen dilemas, como por ejemplo ¿qué es “ser humano”? ¿Donde queda la religión? ¿Cómo construir una teología acorde? Cuando pienso en las matanzas y genocidios del siglo XX. La gulag, el holocausto, las bombas atómicas, la masacre de la revolución china, el genocidio camboyano, y puedo seguir. ¿Eran humanos los que cometieron estos crímenes? Cuidado con estas ideas, en manos equivocadas pueden ser muy peligrosas. Aunque tal vez me equivoque, para mi hoy esto es más parecido a una utopía religiosa que a una posibilidad viable para el futuro.

RSH ¿Cuál es tu propuesta para construir la historia?




SF: Yo no soy nada optimista. Para resucitar la historia habría que construir un sentido. Ese sentido solo puede armarse, según mi opinión, si se supera la religión en su realización ética y no dogmática y se recuperaría la idea de la vida como valor espiritual. Recuperar el amor por la naturaleza. Crear una nueva filosofía política viable. Por otra parte un uso ético y racional de la tecnología. Habrá que esperar una nueva generación que sea totalmente digitalizada, por ahora estamos en etapa de transición. Pero a este tren lo veo difícil.

RSH Para terminar ¿cómo abordas todos estos temas en tu libro?

SF: Cada ensayo plantea una faceta diferente del problema de la religión en este siglo XXI. Desde la herencia moderna de la secularización, la resurrección de la misma en la posmodernidad, el problema de los fundamentalismos presentes y la proyección hacia el futuro en la que hay que pensar una teología para la era tecnificada que se viene. Estas temáticas, si se las lee de corrido creo que dejan una sensación, como un espíritu holográfico de esta detención de la historia. Creo que el mensaje del libro no está en las partes sino en el todo.

Ariel Karpatrós


Entradas populares