Yo estuve en el Cordobazo

Por  Carlos Ceballos





En el año 1969 continuaba mis estudios en Ingeniería y era empleado de la Municipalidad de Córdoba. Había sido presidente de la Federación Universitaria Argentina  (FUA) de Mayo de  1961 hasta fines de 1963. En 1969 era Secretario  del Centro de Ingeniería de la Federación Universitaria de Córdoba  y  representante en el Cuerpo de Delegados que se había creado en una  asamblea general de estudiantes de la Facultad.

No estaba afiliado entonces a  ninguna fuerza o partido político. Como presidente de la FUA  mi pertenencia era el Movimiento Reformista. Habíamos creado en el año  1962   junto con compañeros de Tucumán y Rosario  el Movimiento Nacional Reformista, y las Agrupaciones del MNR se extendieron por todas las Universidades de entonces hasta obtener una mayoría en numerosas Facultades. Uno de los fundadores del MNR fue  Guillermo Estevez Boero fundador del Partido Socialista Popular que llegó a ser diputado nacional por Santa Fe.
En los años ’80  escribí un libro sobre mi experiencia en el movimiento estudiantil que publicó el Centro Editor de América Latina: “Los estudiantes  universitarios y la política 1955-1970.”, del cual transcribiré la parte relativa al Cordobazo que viví intensamente en esos días.
Quisiera decir que el día antes del Cordobazo, hubo asambleas en casi todas las Facultades de la Universidad y en Ingeniería realizamos una Asamblea la tarde anterior, para adherir al paro y marcha que habían convocado los gremios   y la CGT para el día siguiente. Una numerosa asamblea de 500 estudiantes (la Facultad no alcanzaba a los  1.000 inscriptos) resolvió adherir a la marcha y enviar una delegación esa noche al Sindicato de Luz y Fuerza dirigido entonces por el “Gringo  Agustín Tosco que reunía a dirigentes de los gremios convocantes a la marcha. Entre ellos, obreros del Cuerpo de Delegados de la automotriz  IKA Renault, que luchaba entonces por desplazar a la conducción oficial del SMATA.
A continuación, la reseña sintetizada de dicho libro, que comienza con una breve descripción de la situación internacional y nacional.


“A comienzos de 1964 se producen manifestaciones populares y estudiantiles  en Panamá, que rompe relaciones con EE.UU. por el problema del Canal.
Se reúne la OEA resolviendo que los gobiernos que la integran no mantengan relaciones con Cuba.
Es derrocado en Brasil el presidente  Joao  Gaoulart. Se proscribe la UNEB (Unión de Estudiantes) y se encarcelan estudiantes.
En agosto se produce el “incidente” de Tonkin;  el pretexto para invadir Vietnam por EE.UU. Comienza la guerra.
Independencia de  varios países africanos.
En 1965 una fuerza militar de marines  EE.UU. desembarca en República Dominicana que derroca al gobierno. En Buenos Aires se realiza un gran acto en Plaza  Congreso contrario a la intervención argentina en el conflicto, encabezado por la CGT, la FUA y diputados nacionales de la UCR.
En 1966 se realiza en Cuba la Conferencia Tricontinental  donde se reúnen  partidos de  Asia, África y  América Latina.
Un golpe de Estado derroca al gran líder africano  Nkrumah, presidente de  Ganha.
Las diferencias entre la URSS y China se agudizan y se producen enfrentamientos en la frontera.
El 28 de junio el general ‘azul’ Juan Carlos Onganía dirige un golpe de Estado que derroca al presidente Illia. Se inicia la dictadura autocrática de Onganía que esperaba gobernar el país por  tiempo indeterminado.
El 18 de agosto se inicia la Revolución Cultural Proletaria en China y se  extiende el debate ideológico marxista en profundidad.
Se produce el alejamiento del Che Guevara de Cuba. Su famoso discurso en Argelia desnuda discrepancias  con la URSS.
En 1967 el Che es ‘descubierto’ en Bolivia. El 8 de octubre de 1967 es asesinado en el pueblo de Higueras en Bolivia  por decisión de la CIA.
En 1968 se generaliza la lucha del pueblo de Vietnam, dirigido por Ho Chi Min, contra la invasión norteamericana. En Estados Unidos y en numerosos países, los estudiantes realizan grandes manifestaciones contra el imperialismo norteamericano.

El 14 de mayo  se produce un gran  movimiento de masas estudiantiles en París acompañados por obreros  que paralizan a Francia algunos días . Es un movimiento ‘libertario’ de generalizadas reivindicaciones estudiantiles, culturales y revolucionarias. Se trata de una  virtual insurrección urbana de base estudiantil que provoca una  adhesión entusiasta en otros sectores de la población y que tiene inmediatas repercusiones, especialmente en Alemania. El general Charles De Gaulle disuelve la Asamblea Nacional y llama a nuevas elecciones.

En Brasil se producen gigantescas manifestaciones estudiantiles por mayor presupuesto universitario. Se produce un muerto y numerosos heridos y arrestados.
En México estallan grandes disturbios  en la Universidad Autónoma. En Uruguay la policía reprime a los estudiantes.
El 21  de agosto, la URSS y el Pacto de Varsovia con excepción de Rumania invaden Checoeslovaquia abortando el proceso democrático iniciado en ese país con la renovación denominada la “Primavera de Praga” dentro del Socialismo.  El líder del movimiento estudiantil Jiri Pelikan  es obligado a exilarse con otros dirigentes.
En setiembre el Ejército de México ocupa la Universidad Autónoma produciendo más de un centenar de muertes.
El 16 de octubre Checoeslovaquia ‘acepta’ que la URSS mantenga tropas en su territorio.
A comienzos de 1969 se conoce un manifiesto de los estudiantes de Praga contra la ocupación. Dos mil estudiantes se congregan  en la Plaza Wenceslao donde el estudiante Jan Palach se inmola prendiéndose fuego. Guerra victoriosa del pueblo vietnamita. Se inician las conversaciones de paz.
La situación internacional del período que se analiza estuvo signada  por acontecimientos decisivos en  la vida de  muchas  naciones que luchaban por su independencia y liberación nacional  en Asia, Africa  y América latina. Los  estudiantes argelinos contra el colonialismo francés y los españoles contra el fascista Franco.
Los pueblos se sacudían el yugo colonial y generaban  movimientos nacionales en defensa de sus riquezas, secularmente  explotadas y drenadas a las metrópolis colonialistas.  Los estudiantes acompañaban ese despertar de los pueblos apoyando en sus luchas la corriente liberadora en los países que hoy conforma el Tercer Mundo.

La dictadura de Onganía

Un documento de la Federación Universitaria  Argentina señalaba:

“A casi un año de instalada la dictadura luego de la liquidación por decreto de los más elementales derechos sociales y políticos del  pueblo, la ‘Revolución Argentina’ en su ofensiva ha ido conformando una legislación del aparato estatal abiertamente represivo:  intervención de sindicatos, control de sus fondos,  sanciones masivas a trabajadores en lucha  como es el ejemplo de 120.000 ferroviarios, ilegalización de centros de estudiantes; centenares de compañeros que han conocido la cárcel  así como las masivas razias y persecución a los habitantes de las Villas Miserias, son  muestras  concretas de la orientación que se ha trazado..
Sin embargo es de observar que tal política no ha encontrado aún suficiente respuesta obrero-popular.
De allí que se imponga  en la actualidad  no precisamente el repliegue, sino la más tenaz lucha ideológica, política y práctica a fin de poder desatar su caudal de energía combativa hoy  trabada, desorganizada y reprimida.
Millares de estudiantes, junto a sectores  de otros claustros levantaron una de las primeras barricadas  al entonces equipo gobernante. Actos,  manifestaciones, paros  y  asambleas en Facultades y cursos  fueron realizados a pesar de la represión en todo el país. Acciones como las desarrolladas en el barrio  Clínicas de  Córdoba  aportaron nuevas formas de organización y lucha” finalizaba el documento.
“Ministros como  Alemann, Alsogaray o  Krieger Vasena, reaparecieron una y otra vez, La viga maestra de todos los planes y la dependencia tecnológica y financiera, arranca en  1956 con   la incorporación de Argentina al Fondo Monetario Internacional con todas sus consecuencias negativas al desarrollo nacional independiente.
El régimen  dictatorial persiguió al  movimiento obrero y  estudiantil que  lo enfrentaba, mientras creaba apoyaturas colaboracionistas en ambos frentes.
La dictadura llevó adelante una política de concentración y centralización  económica, y superexplotación del trabajo, manifestado en la intensificación de los ritmos de producción en la industria, que fueron acumulando tensiones sociales, políticas y económicas.
 Fue en  Córdoba donde se produjo la mayor reacción  estudiantil.
Un vasto movimiento universitario, de oposición a la política del rector Nores Martínez, unió a todo el estudiando en el rechazo a sus planes universitarios. Una gran manifestación fue reprimida  violentamente con el resultado  del asesinato del  joven Santiago Pampillón, de inmediato se produjo la ocupación del barrio Clínicas de Córdoba, un tradicional y legendario foco de resistencia  universitario.
A partir de entonces (1968) se reactivó  la lucha estudiantil en todas las universidades  nacionales. El movimiento obrero comenzó a desarrollar una acción pocas veces vista en la historia del país. Surgieron nuevas direcciones  sindicales y se reactivaron los Cuerpos de Delegados que tomaban la dirección de los  conflictos.
La muerte de Pampillón fue  la chispa que encendió la  protesta  y la movilización  popular.
La  Universidad de  Córdoba  fue un epicentro y  el comedor de la ciudad universitaria  el recinto de numerosas jornadas de debate. El movimiento estudiantil venció el miedo  y conquistó la libertad de acción   en las Universidades.
En el año ’69, un movimiento dirigido por la Federación   Universitaria del Nordeste (FUNE) por la  apertura del comedor universitario, culminó en una marcha reprimida por la policía  con la muerte del estudiante Cabral. De inmediato se declaró una huelga y días después se  multiplicaron las  asambleas estudiantiles en todas las Universidades. Pocos días después se producía el  “Rosariazo”.
En Córdoba una masiva asamblea de obreros del SMATA en el Córdoba Sport, con adhesión de estudiantes, rechazaba la dirección sindical y  declaraba su adhesión a  la marcha del 29.
La CGT de los Argentinos,  de Paseo Colón, y la CGT de  Azopardo, habían declarado  un paro nacional para el 30 de mayo de 1969.
La CGT de  Córdoba resuelve parar el día antes, a partir de las 10 horas, con abandono de fábrica.

Los  sucesos del 29 de Mayo

Había  estallado un polvorín de odio popular, acumulado a lo largo de tres años de represión y verticalismo  dictatorial. La participación estudiantil en el Cordobazo fue masiva. Todas las tendencias estudiantes reformistas (y dirigentes del Integralismo)  habían adherido al paro de la CGT de Córdoba. Grupos de estudiantes esperaron a  los obreros a la salida de las fábricas. La marcha del SMATA de Córdoba hacia el centro de la ciudad, a pie, se fue  engrosando hasta hacerse masiva a la entrada a la ciudad.
Las  primeras columnas del SMATA  fueron reprimidas  en la avenida Velez Sarsfield y allí comenzó la batalla. El obrero Mena cayó baleado por la policía montada a poca distancia  de la Plaza Vélez Sarsfield (Boulevard San Juan y la Cañada)  cuando la policía era desbordada por la manifestación popular. Derrotada la policía, ésta  volvió  a sus cuarteles. El  pueblo ocupó la ciudad, atacando empresas norteamericanas y  extranjeras, el Jockey Club y otras instituciones representativas de la oligarquía.
Los estudiantes participaban en forma masiva en el movimiento  y  al atardecer  ocuparon el barrio Clínicas. La noche del 29 la ciudad permaneció en la oscuridad total.  La avenida Colón que lleva al barrio Clínicas, se encontraba intransitable para  vehículos por l las barricadas.
La entrada del Ejército fue sólo posible dos días después en esa zona. Fueron centenares los obreros y estudiantes detenidos llevados a  los cuarteles  militares. El comandante en jefe del Ejército, general Lanusse, comandaba la intervención.
El 30 de mayo se produjo el paro general, acatado en forma unánime y total en todo el país.
El Cordobazo conmocionó a la Argentina. La dictadura, golpeada en sus cimientos, debía cambiar  de libreto.
La tozudez autocrática de Onganía atribuyó los hechos a la obra de “un grupo extremista  infiltrado”  en las organizaciones obreras, populares y estudiantiles, continuando con sus planes hasta que el grupo militar, aliado desde  el enfrentamiento de “azules y  colorados” comandado por el lanussismo, resolvió reemplazarlo por  el ignoto general  Levingston, embajador en los Estados Unidos.
El diario La Prensa caracterizaba al Cordobazo como “la mayor afrenta sufrida por la Argentina”.
La lucha se había cobrado la vida del estudiante Daniel Octavio Castellano. La crónica informaba que  la nómina de muertos ascendía a 14, en  su  mayoría obreros caídos el día 29. Informaciones de los diarios   señalaba que entre los caídos en las jornadas del Cordobazo dos personas  lo fueron por  acción de   francotiradores. El gremio mecánico resolvió un paro en duelo por la muerte del obrero Mena.
Los estudiantes después del Cordobazo continuaron avanzando en organización y conciencia y uno de los aspectos democráticos fue la conformación de Cuerpos de Delegados por Carreras. La experiencia nacida en Ingeniería fue seguida por Arquitectura y Filosofía. Los cursos en asambleas elegían los delegados que se reunían dos veces por mes, conquistando de hecho la libertad de acción del movimiento estudiantil en toda la Universidad.
Bajo otros aspectos el Cordobazo fue un hecho de magnitud histórica que conmovió los esquemas partidarios y las teorías revolucionarias separadas de las masas trabajadoras, demostrando en ese grandioso ensayo ‘insurreccional’ la enorme fuerza del pueblo en lucha.
La  emergencia a partir de los ’70   de las acciones militares que se cobraron la vida del general Aramburu, de los dirigentes sindicales Vandor, Alonso y Klosterman (éste Secretario general del SMATA)  ha sido interpretada  como una consecuencia o derivación del  Cordobazo.
Pero esto  ya pertenece a otro capítulo de la historia argentina de las luchas del pueblo.

Algunas  conclusiones

Hasta aquí he tomado la relación que escribí en el libro “Los estudiantes universitarios y la política”. La lucha  estudiantil fue sin duda el motor  de todo el período previo y del Cordobazo mismo, que mostró en la práctica uno de los apotegmas principales de la Reforma: la solidaridad  obrero estudiantil de los visionarios del año ’18 a 100 años  hoy del Manifiesto.
Mi experiencia personal como la de muchos de  mis compañeros  y compañeras de  Ingeniería, Arquitectura , Medicina Derecho  y Filosofía, fue impulsada por mi adhesión al Movimiento de la Reforma Universitaria.
Los días 29  y 30 mi actividad consistió en llevar y traer a compañeros estudiantes y  a obreros del Smata de un lado a otro en mi  motoneta, por una ciudad ocupada en el Centro y en algunos barrios. Allí nació en reuniones al calor de la lucha,  una relación entrañable con obreros del Smata, de Luz y Fuerza y de  Obras Sanitarias (donde yo trabajaba) que creció con los años. Nosotros habíamos incorporado en el Congreso de la FUA de fines de 1963 a los Centros de la Universidad Tecnológica, donde concurrían obreros a estudiar.
Muchos dirigentes obreros de las industrias de Córdoba, IKA Renault, Fiat Materfer, y otras, conquistaron las direcciones del movimiento obrero en Córdoba.
En el  Cordobazo fueron los estudiantes, a través de sus Centros y Federaciones, el motor de aquella `rebelión’A partir de entonces, el movimiento estudiantil de las Universidades Nacionales  se convirtió en una fuerza solidaria con  las luchas de los trabajadores y el pueblo.
Pero la situación internacional y nacional (Vietnam, Cuba, el Che, China, Lumumba, Allende en Chile,  la liberación de  numerosos países africanos, y las luchas estudiantiles de México, Brasil y Uruguay)  nos llevaban a la comprensión de la necesidad de una lucha liberadora nacional y revolucionaria, que necesita de organización y entrega en forma integral a esa causa.
El conocimiento de la acción de la Inteligencia del  Comando del Tercer Cuerpo del Ejército del salvaje General Menendez, que comandaba el Coronel Malanca,  nos reveló que tenían en sus  archivos, legajos  con  los nombres de los compañeros de las listas reformistas que presentábamos en  las  elecciones de  Centros de Estudiantes y  de la Federación Universitaria.
Habían logrado que algunos estudiantes se convirtieran en buchones por un puñado de pesos.
Ahí estaba  mi “curriculum” como “activista subversivo  de Ingeniería y ex presidente de FUA.”
Las Reforma Universitaria  no contenía ya los objetivos políticos,  más allá de las conquistas  logradas en la Universidad argentina.
Finalmente, después de muchas  luchas contra otras dictaduras,  me llevaron a militar en  partidos de contenidos y objetivos  socialistas.
Hoy, Argentina padece los mismos problemas estructurales: dependencia industrial y endeudamiento financiero, agravados desde  la dictadura, y del menemismo, de modo que aquellos objetivos que  llevaron al Cordobazo, vuelven a tener plena vigencia.
Por todo ello, aún vive cada día en la memoria de los estudiantes  de nuestra generación que participamos  en forma masiva en el Cordobazo.

Nota: el autor Carlos Ceballos, es miembro actualmente del Partido Socialista Argentino
www.socialismo-arg.com.ar

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