Los estudios budistas en Argentina
Por CATÓN CARINI Y BELÉN AZAROLA
Este artículo forma parte de la edición
especial: «La educación budista en América Latina y España»
Los orígenes
El interés por el estudio del budismo en la Argentina tiene una larga
trayectoria que comienza a principios del siglo XX y continúa en la actualidad.
A lo largo de ese camino, en variados ámbitos –que incluyen tanto instituciones
académicas como organizaciones budistas– se han traducido libros, dictado
cursos, materias de grado, conferencias y presentaciones en congresos sobre el
budismo. El propósito del presente trabajo es dar cuenta de la historia y la
situación actual de los estudios budistas en el país. En esta primera parte
abordamos los orígenes del interés en el budismo de la mano de distintas
personalidades del ámbito de la literatura, la filosofía y la política. En la
segunda parte, vamos a explorar la presencia de estudios sobre el budismo en carreras
de grado, centros de investigación e instituciones de divulgación académica de
la Argentina. Finalmente, en la tercera parte daremos cuenta de las distintas
modalidades de estudio del budismo en el marco de grupos locales de distintas
denominaciones tales como el zen, el vajrayana, la Soka Gakkai y el vipassana.
Comenzando con los orígenes
del estudio del budismo en la Argentina, a comienzos del siglo pasado, muchas
personalidades reconocidas de la cultura local se sintieron atraídas por la
filosofía budista y contribuyeron a difundirla en el público más amplio
(Gasquet 2008). Durante ese período, el centro de estudio del budismo más
relevante fue la Sociedad Teosófica. Esta institución llegó a la Argentina
hacia fines del siglo XIX, traída por algunos argentinos que tomaron contacto
con este movimiento religioso en el exterior. En el año 1907, Henry Olcott,
militar estadounidense, masón, fundador de la Sociedad Teosófica en 1875 y
autor de la famosa obra Catecismo budista (1881),
viajó a la Argentina a dar una serie de conferencias, momento que podría
identificarse como de auge de esta institución en el país. En la década de
1910, contaba con siete Ramas -grupos de estudio- distribuidas en Mendoza,
Rosario, Córdoba y Buenos Aires, por lo cual recibió el estatus de Sección
Nacional República Argentina. En 1921 se funda oficialmente como Asociación
Civil, obtiene su personería jurídica y establece su Sede Central en la
Provincia de Santa Fe. Entre sus primeros miembros se encuentran figuras
destacadas del campo científico, político y literario, tales como José
Ingenieros, Alejandro Sorondo, Leopoldo Lugones, Alfredo Palacios y Joaquín V.
González. Sin embargo, a partir de 1940 esta institución entra en un período de
estancamiento y de merma de su membrecía (Quereilhac 2008).
De todas formas, el interés en
el estudio del budismo en el ámbito local continuó. Un caso destacado es el de
Vicente Fatone, filósofo orientalista interesado en el misticismo japonés y en
la filosofía budista e hinduista, quien se esforzó en introducir el pensamiento
indio en el horizonte cultural argentino. En 1934 y en 1936 impartió en Buenos
Aires una serie de conferencias sobre “Los grandes filósofos del
budismo“. Tras un viaje de estudio por Asia, en 1937 fue nombrado
profesor de Historia de las Religiones en la Universidad Nacional de La Plata,
institución que en 1941 publicó su libro “El budismo nihilista”
(1941) dedicado a Joaquín V. González, fundador de la Universidad de La Plata,
con la inscripción “entre nosotros, el primero que conoció y amó a los
filósofos y poetas de la India”. En este libro se propuso exponer el
pensamiento de Nāgārjuna insistiendo en que este filósofo budista del siglo II
no fue “nihilista”, aunque eminentes investigadores lo designaran así. En el prólogo
podemos leer que “ninguno de los problemas queNāgārjuna plantea e intenta
resolver nos es desconocido en Occidente. Su interés reside, más bien, en el
hecho de que nos ofrezca, como en compendio, muchos problemas que la filosofía
occidental ha debatido a través de los siglos”. En retrospectiva, este
comentario es comparable al aporte que décadas más tarde harían Fernando Tola y
Carmen Dragonetti (2008) al cuestionar el supuesto de la no existencia de una
filosofía de la India y publicar un extenso trabajo que prueba lo contrario.
En 1957 Fatone fue nombrado
embajador en la India y en 1960 profesor de Filosofía e Historia de las
Religiones en la Universidad de Buenos Aires, cargo desde el cual siguió dando
a conocer una doctrina en su mayor parte desconocida en su país (Harvey 1998).
Su contribución influenció profundamente a los escritores del círculo literario
Grupo Sur, tales como Eduardo Mallea, Victoria Ocampo, Héctor Murena y Jorge
Luis Borges (Gasquet 2008). La nueva vía de exploración filosófica que inició
Fatone se verá reflejada en intereses ligados al orientalismo dentro de este
grupo y marcará la historia cultural del orientalismo argentino en el siglo XX
(2008). Mallea, Murena y Ocampo se inclinarían al hinduismo mientras que Borges
al budismo, como puede constatarse en obras que mencionaremos a continuación.
Sin embargo, cabe mencionar que la reflexión relativa a culturas asiáticas en
el marco de la revista Surse centró
fundamentalmente en sus acervos filosóficos y políticos, sobre todo el
pacifismo, “como una forma de existencia espiritual acorde a los valores
democráticos” que movían al grupo (Gasquet 2008).
A mediados del siglo XX el
estudio del budismo en Argentina se vio impulsado por la traducción al español
de trabajos de reconocidos autores como D.T. Suzuki, Alan Watts, Hubert Benoit,
Christmas Humphreys y Eugen Herrigel. Dentro de este contexto receptivo a las
ideas orientales, el calígrafo zen Kazuka Sakai dictó en 1955 una conferencia
-presentada por Jorge Luis Borges- sobre el budismo en la Librería Nacional de
Buenos Aires. Borges mismo, reconocido escritor de sabiduría enciclopédica y
candidato al Premio Nobel en múltiples ocasiones, fue muy influenciado por las
ideas budistas por lo cual se convirtió en uno de sus difusores a nivel local.
En efecto, más de veinte años después de la conferencia de Sakai, en 1977,
pronunció una charla titulada “Budismo” en el
Teatro Coliseo de Buenos Aires. La misma fue publicada en el libro Siete Noches (Borges 1980, Magalhães y Carvalho
2013). En ella, además de recorrer los aspectos claves del budismo, realiza
cruces con distinguidos autores de la literatura y la filosofía occidental. Esa
noche invitó a los presentes a repensar sus categorías y, trayendo un ejemplo
del zen, dijo: “Nosotros pensamos siempre en términos de sujeto, objeto, causa,
efecto, lógico, ilógico, algo y su contrario; tenemos que rebasar esas
categorías. Según los doctores de la zen, llegar a la verdad por una intuición
brusca, mediante una respuesta ilógica. El neófito pregunta al maestro qué es
el Buddha. El maestro le responde: “El ciprés es el huerto.” Una contestación
del todo ilógica que puede despertar la verdad.”. Posteriormente, hacia el
final de su presentación, el ilustre escritor agregó: “Lo que he dicho hoy es
fragmentario. Hubiera sido absurdo que yo expusiera una doctrina a la cual he
dedicado tantos años —y de la que he entendido poco, realmente— con ánimo de
mostrar una pieza de museo. Para mí el budismo no es una pieza de museo: es un
camino de salvación. No para mí, pero para millones de hombres”. Otros textos
tempranos sobre el budismo que podemos mencionar son Zen y la crisis del hombre, de D.J. Vogelmann (1967)
y ¿Qué es el budismo?, del propio Borges (1976).
Otro orientalista que tuvo una
gran incidencia en el estudio de la filosofía oriental y el budismo en el país
fue el jesuita español Ismael Quiles, quien emigró a la Argentina en 1932 donde
se convirtió en decano de la Universidad del Salvador de la Ciudad de Buenos
Aires. En 1967 fundó la Escuela de Estudios Orientales de la mencionada
institución educativa, donde ocupó la Cátedra de Estudios Budistas. Entre sus
numerosas obras destaca el libro Filosofía Budista (1968),
obra que fue reeditada y que surgió a partir de un estudio dentro del marco de
intercambio promovido por el “Proyecto Mayor” de la UNESCO “para la apreciación
mutua de los valores culturales de Oriente y Occidente” (Quiles 1968). Este
trabajo comenzó en 1960 cuando Quiles viajó a Japón para hacer una estadía,
dando inicio a los 5 años de dedicación que le tomó la investigación y
escritura de este libro.
Finalmente, cabe mencionar la
labor pionera que han tenido a la hora de promover el estudio del budismo en
Argentina dos orientalistas de renombre internacional: los mencionados
previamente Carmen Dragonetti y Fernando Tola. Este último, de origen peruano,
tuvo una destacada actividad académica en su país durante la primera mitad del
siglo XX. En 1964 viajó a la India como consejero cultural de la embajada
peruana. Tras su regreso a Sudamérica, en 1970 creó la Cátedra de Sánscrito y
Filosofía India en la Universidad de Buenos Aires. Junto a su esposa, Carmen
Dragonetti, nativa argentina, creó en 1989 la Fundación Instituto de Estudios
Budistas. En la misma se desarrollaron importantes tareas de docencia,
investigación, traducción y publicación de textos canónicos originales (ver más
adelante).
El budismo en el contexto académico
En esta sección exploramos el desarrollo de los estudios budistas en el
medio académico argentino, especialmente en el marco de centros de
investigación, sociedades académicas, carreras de grado y revistas
especializadas. En primer lugar, el centro de investigación más importante, que
ha nucleado gran parte de los estudios budistas en el país, ha sido la
Fundación Instituto de Estudios Budistas (FIEB), fundada en el año 1989 por
Carmen Dragonetti y Fernando Tola. Reconocido por el Consejo Nacional de Investigaciones
Científicas y Técnicas (CONICET) como lugar de trabajo de varios
investigadores, FIEB impulsó actividades académicas y sin fines de lucro a lo
largo de treinta años. Docencia e investigación universitaria, conferencias
públicas y publicación de diferentes tipos de materiales fueron algunas de las
actividades que llevaron adelante. Desde FIEB se impartían cursos para público
general y cursos de posgrado, seminarios de investigación sobre textos
budistas, charlas-debate sobre temas relacionados con el budismo y las culturas
con él conectadas como “Literatura épica india: el Mahabharata”, “La
Universidad Budista de Nalanda”, “El concepto de intuición según
Bhartrihari”, ya fuera a su cargo de Dragonetti y Tola, o de académicos
invitados. Las comunicaciones internas tenían una regularidad mensual y eran
realizadas por los miembros de su Consejo de Administración, tocando temas de
lo más diversos como arte-greco-budista de Gandhara, el suicidio religioso en
el budismo antiguo, la disciplina monacal budista, la psicología budista, la
iconografía budista y la economía budista. Es preciso destacar la profusa
labor de traducción de textos originales al español de Dragonetti y Tola, la
cual incluye la publicación de obras como Dhammapada: el camino del dharma(1967), El Sutra del Loto de la Verdadera Doctrina (1999)
y Filosofía de la India: Del Veda al Vedanta. El sistema samkhya (2008).
Esta tarea marcó un hito en el acceso a los escritos budistas en el mundo
hispanohablante. Previamente, las traducciones que llegaban en español eran
traducciones realizadas del inglés o el francés y no de las fuentes originales.
Por eso, su trabajo significó un relevante aporte en este sentido, sumando
obras que ni siquiera habían sido antes traducidas al español. El caso del Dhammapada es el primer ejemplo de una traducción
de un texto budista al español en el mundo hispanohablante que resultó de los
estudios en sánscrito, pali y budismo theravada de Dragonetti en Perú tres años
antes de que fuera reimpreso para el circuito comercial. Lamentablemente, FIEB
atraviesa un período de pausa en sus actividades que comenzó con la muerte de
Carmen Dragonetti en 2018 (Fernando Tola había fallecido un año antes) y
actualmente su futuro es incierto.
Otra institución que debemos
mencionar es el Centro de Estudios Japoneses (CEJ), perteneciente al Instituto
de Relaciones Internacionales, Departamento de Asia y el Pacífico de la
Facultad de Ciencias Políticas. Creado en 1998, presenta un enfoque
multidisciplinario que incluye estudiantes, docentes e investigadores de
Derecho, Ciencias Económicas, Sociología, Historia, Antropología, Ciencias
Políticas y Relaciones Internacionales. Si bien el CEJ no se dedica
específicamente al budismo, su interés en los estudios japoneses lo ha llevado a
incluir ocasionalmente actividades relacionadas al mismo, como el reciente
proyecto de investigación “La enseñanza y transmisión escrita del budismo
tibetano en la Ciudad de Buenos Aires entre 1983 y 2017”. Allí, su directora,
la Dra. María Cecilia Onaha, se ha propuesto analizar los cambios en el uso de
fuentes y textos escritos, utilizados para la transmisión del budismo tibetano
en la capital del país. Su trabajo se ha centrado en la revisión bibliográfica
y el trabajo de campo con entrevistas a miembros de diferentes centros de
práctica. A lo largo del mismo se ha corroborado que el estudio del budismo
tibetano ha dependido de traducciones del inglés u otras lenguas occidentales
en su mayor parte. Sin embargo, un conjunto de textos se ha empezado a traducir
desde sus originales tibetanos al español directamente, especialmente por el
centro Jardín del Buddhismo Mahāyāna, Kagyu Tekchen Chöling y a sus maestros
residentes los Lamas Sangye Dorye y Rinchen Kandro.
En cuanto a las sociedades académicas que han tenido un rol importante a
la hora de transmitir las ideas del budismo, una de ellas es la Fundación Centro Psicoanalítico
Argentino. Sus cursos y seminarios, orientados al público general y no
estrictamente académico, abordan el budismo desde la perspectiva de la
filosofía, la fenomenología y las religiones comparadas, destacándose por la
calidad de sus docentes y la profundidad de sus contenidos. En el marco de esta
institución, el profesor Sergio Fuster ha dictado los cursos: “Religiones
comparadas”, “El fenómeno religioso. Un acercamiento actual a su diversidad y
riqueza”, “Byung-Chul Han. Filosofía y budismo zen”, “Los senderos del budismo”
e “Introducción a la teología y filosofía de las religiones orientales”. Además,
Alberto Silva ha dictado cursos como “Zensualidad (usos del cuerpo en la cultura japonesa)”, “Zen. Qué decimos cuando decimos
experiencia” y “Experiencia del análisis, experiencia del zen”. Otros cursos
que vale mencionar son: “El budismo zen y la tradición espiritual del Japón”,
dictado por Leandro Pinkler, y “Zen y filosofía. En torno a los orígenes de la
Escuela de Kyoto”, dictado por Gabriel Sarando.
Por su parte, otra asociación
académica que ha tenido cierto protagonismo a la hora de dar lugar a los
estudios del budismo es la sede Argentina de la Asociación Latinoamericana de
Estudios de Asia y África (ALADAA). Creada en 1976, reúne graduados,
estudiantes, docentes, investigadores e interesados en temas de Asia y África.
Se destaca por organizar eventos académicos, especialmente congresos
internacionales, los cuales a menudo han incluido presentaciones con temáticas
vinculadas al budismo. Entre ellas, podemos nombrar “Shintoísmo y budismo en el
Japón antiguo: el papel de la religión en la determinación de las fronteras
político-culturales” de Liliana Ponce (2008), “El movimiento budista Soka
Gakkai en Tucumán” de Adriana Evelin Younes (2010), “Impacto
socio-político-cultural del budismo en Corea” de Susana Sampayo (2010),
“Tránsitos interculturales del Budismo, desde la India a Tailandia. Ensayo
sobre la novela de Josefina Leyva: Entre los rostros de Tailandia” de Miguel
Marlaire (2010), “La danza Butoh y los bordes del zen” de Karen Garrote (2010),
“Formas del fenómeno religioso en el Tíbet. La Base del Fenómeno” de Federico
Andino (2010), “La conmemoración del Vesak en el campo budista argentino.
Algunas reflexiones preliminares” de Agustina Gracia y Catón Carini (2014), “El
sutra del loto: continuidad y ruptura de la tradición social y religiosa de
India” de Liliana Ponce (2014), “Ética social budista y “calidad de vida” bajo
el gobierno de Ashoka” de Rosalía C. Vofchuk (2017) y “Diferentes escuelas del
Budismo Mahayana en el teatro noh: tres obras en torno a la figura de la poeta
Ono no Komachi” de Liliana Ponce (2017).
En cuanto a la enseñanza del
budismo en el marco de carreras universitarias de grado, la institución que ha
tenido el rol más relevante es la Escuela de Estudios Orientales de la
Universidad del Salvador. Este centro educativo privado, confesional y católico
que, como mencionamos en la Parte I, fue fundado 1967 por el padre Ismael
Quiles, ofrece una carrera Licenciatura en Estudios Orientales en la cual se
dictan dos materias específicas sobre nuestra temática: “El Budismo” y “La
Expansión del Budismo por Asia”. Asimismo, se cursan otras asignaturas
estrechamente vinculadas como: “Religiones y Filosofías de la India”, “Cultura
y Religión Tibeto-Mongola”, “Etnología de Asia”, “Religiones en Japón y Corea”,
y “Filosofía In-Sistencial y las Concepciones Orientales del Hombre”. En el
marco de este centro educativo se han desarrollado encuentros pioneros como el
“Coloquio Internacional entre Oriente y Occidente” y el “Simposio Internacional
de Relaciones Culturales entre Japón y América Latina” ambos durante el año
1982. Otros eventos académicos que vale mencionar son las I y II “Jornadas de
Estudios Budistas”, realizadas en los años 2010 y 2013, respectivamente, y las
“I Jornadas La Ruta de Seda ayer y hoy: ‘El budismo'”, realizada en el año
2018, encuentros que han incluido presentaciones tanto de estudiosos budistas
como de maestros o líderes de sanghas locales.
Además de la Licenciatura en
Estudios Orientales de la USAL, diversas carreras de grado pertenecientes a
otras universidades ofrecen materias con contenidos relacionados al budismo.
Por ejemplo, en el Departamento de Lenguas y Literaturas clásicas, Facultad de
Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, la Dra. Rosalía Vofchuk
dicta la asignatura de Sánscrito. Esta profesora e investigadora del CONICET es
una antigua discípula de Carmen Dragonetti y Fernando Tola, y ha publicado un
libro titulado “Budismo y mundo grecorromano” (Vofchuk 2005). Otras
asignaturas vinculadas a nuestra temática por ofrecer contenidos sobre el
budismo son: el curso de grado sobre “Religiones comparadas”, dictado por la
Dra. Paula Seiguer en la Universidad de San Andrés; la “Cátedra Filosofía de
Oriente” dictada por Ezequiel Ramoneda en la Facultad de Filosofía, Ciencias de
la Educación y Humanidades de la Universidad de Morón; “Pensamiento de Oriente”
dictada por Alejandro Auat y Susana Alonso en la Facultad de Humanidades,
Ciencias Sociales y de la Salud de la Universidad Nacional de Santiago del
Estero; “Historia de la Filosofía Oriental” dictada por Guillermo Goicochea y
Karen Garrote en la Universidad Nacional del Sur; la “Cátedra Libre de Estudios
sobre India”, coordinada por Florencia Rubiolo en la Facultad de Ciencia
Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Católica de Córdoba; y
Cátedra Abierta de Estudios Indorientales dictada por el Dr. Sergio Lais Suárez
en la Universidad Abierta Interamericana.
En cuanto a las revistas
especializadas que han transmitido contenidos sobre el budismo, estas son
principalmente dos. En primer lugar, la Revista de Estudios
Budistas (REB), fundada en 1991 en el marco de FIEB junto al
editor Sergio Mondragón, la primera -y hasta el momento la única- revista de
habla hispana en su género. La misma funcionó hasta 1998, periodo en el cual se
publicaron doce números sobre los aspectos históricos, filosóficos,
lingüísticos y sociológicos del budismo. Era dirigida y programada por Fernando
Tola y Carmen Dragonetti desde Buenos Aires de la mano de un Comité Consultivo
de especialistas radicados en distintos puntos del mundo. Entre ellos podemos
nombrar a Luis O. Gómez (Universidad de Michigan USA), André Bareau (Collège
de France), B. K. Matilal (Universidad de Oxford), Katsumi Mimaki (Universidad
de Kyoto), Tsugunari Kubo (Instituto Internacional de Estudios Budistas), Akira
Yuyama, E. Steinkellner (Universidad de Viena) y L. Schmithausen (Universidad
de Hamburgo). Actualmente puede ser consultada con acceso libre en plataformas
como Academia.edu.
En segundo lugar, la Revista Oriente–Occidente,
editada por la Escuela de Estudios Orientales de la USAL entre los años 1980 y
1999. Desde el 2020 la Facultad retomó la iniciativa y actualmente una nueva
edición de la revista puede ser consultada en el portal de la USAL. El nombre
de la revista es ahora Oriente-Occidente | Nueva
época,pensada como un espacio de publicación de artículos, ensayos,
traducciones, entrevistas, reseñas y noticias relativas a la investigación
comparada en Filosofía, Letras y Estudios Orientales. En la nota editorial a
cargo de Bernardo Nante (2020), el académico hace mención de la nueva mirada
que pretende la revista al ser retomada luego de ser creada por el Rev. P. Dr.
Ismael Quiles S.J. en la que “toda contribución constituirá una
investigación comparada que podrá enmarcarse en cualquiera de las disciplinas
del vasto campo de las ciencias humanas, aunque se pondrá particular énfasis
en la Filosofía, las Letras y los Estudios Orientales”.
Finalmente, en los últimos años
se ha formado una nueva área disciplinar que estudia las instituciones budistas
locales desde las perspectivas de las ciencias sociales, especialmente desde la
antropología. En este sentido, la Lic. Denise Welsch (2015, 2020) ha estudiado
la historia y los principales rasgos socioculturales de la Sokka Gakai
Argentina, la Lic. Belén Azarola (2018) ha realizado una tesis de grado sobre
el centro budista tibetano Kagyu Tekchen Chöling, y el Dr. Catón Carini (2012,
2018, 2021) ha investigado distintas expresiones religiosas del zen, el
vipassana y el vajrayana local. Aunque no se pueden inscribir dentro de lo que
tradicionalmente se considera como “estudios budistas”, estas investigaciones
abren el juego a un campo de estudios relevante para conocer y comprender la
diversidad del budismo en su expansión al Occidente.
Para finalizar, podemos
aseverar que en el ámbito académico el budismo se ha visto incluido dentro de
delimitaciones temáticas más amplias, especialmente las que hacen referencia a
determinada región o país: Japón, India, Asia u Oriente, en el marco de distintas
disciplinas tales como la filosofía, las ciencias políticas, la literatura y la
historia. La situación local es comparable a la reportada en España, donde “Se
evidencia una tendencia en (…) los estudios relativos a Asia, que ha sido
centrarse progresivamente en los temas económicos, políticos y estratégicos,
mientras que los asuntos de carácter religioso o de creencias se tratan de una
forma más secundaria”. En todo caso, se puede observar que no se han
desarrollado carreras de grado o postgrado específicas del budismo en el ámbito
universitario argentino, como sucede en otros países occidentales como Estados
Unidos, Alemania y el Reino Unido, donde cuentan con carreras y
especializaciones tales como “Buddhist Studies”, “Buddhist Classics”,
“Tibetan and Himalayan Studies” y “Mindfulness-Based Approaches”. Tampoco
existe en el país una institución con las características que presenta El Colegio de México. Como señala Roberto E. García en la entrevista de
Daniel Millet Gil (2020) para Buddhistdoor en Español, este espacio
académico ofrece una destacable formación en lenguas y “los estudiantes pasan
por un intenso proceso de aprendizaje del sánscrito, el chino o el japonés, lo
cual les proporciona las bases para acercarse a las fuentes clásicas y realizar
estudios profundos. Además, pueden formarse en aspectos fundamentales del área
que estudian y tomar cursos generales y especializados sobre budismo, tanto a
nivel general como regional”.
En suma, ya sea en
universidades públicas o privadas, laicas o religiosas, el budismo suele ser
tratado como un tema más dentro de contadas materias de las carreras de grado
ofrecidas en el país. De todas formas, cabe destacar a FIEB y la USAL como las
principales usinas de estudio del budismo, así como la labor de los docentes
del Centro Psicoanalítico Argentino a la hora de dar a conocer los aspectos
históricos, doctrinales y filosóficos de esta religión al público más amplio.
La enseñanza dentro de escuelas budistas
En distintos centros budistas argentinos se brindan cursos o programas de
estudio de esta religión de forma más o menos regular. Algunas instituciones
ofrecen una formación en budismo como modo de introducir a los nuevos
interesados a una tradición en particular, mientras que otros centros ofrecen
estudios budistas a los estudiantes comprometidos como modo de profundizar en
el aspecto experiencial mediante una comprensión intelectual más refinada.
Por ejemplo, en el caso de la
sangha zen del maestro Kosen Thibaut, su discípulo, el maestro Taigen
Yamahuchi, dicta cursos de “Introducción al budismo zen” de cuatro clases de
duración, dirigidos a quienes se inician en la práctica de la meditación o a
quienes quieren conocer un poco más sobre esta tradición budista. El mismo es
de carácter teórico y práctico, ya que versa no solo sobre la historia del
budismo y los principales aspectos doctrinales de esta religión, sino que
también incluye una instrucción sobre la forma de practicar zazen y sobre cómo
realizar los rituales y ceremonias que se realizan en el marco de esta
práctica.
En el caso del budismo
tibetano, además de las prácticas de meditación y los rituales o pujas
tántricas, en muchos centros locales se estudia el pensamiento budista en
general, y el vajrayana en particular, a
partir de cursos escolarizados de mayor o menor duración. Por ejemplo, en la
Comunidad Dzogchen local, llamada “Tashigar Sur”, se ofrece un programa de
estudios denominado “Santi Maha Sangha” desde 1993, el cual desarrolla tanto a
nivel teórico como práctico las enseñanzas de Garab Dorje a lo largo de nueve
niveles agrupados en tres series: Dzogchen Semde, Longde y Mennagde o Upadesha.
Este programa de estudios fue diseñado por Chögyal Namkhai Norbu para ayudar a
sus estudiantes a lograr una mayor comprensión intelectual y una experiencia
más profunda del dzogchen, así como para garantizar la continuidad y
pureza de las enseñanzas.
De forma comparable, en el Centro de Meditación Kadampa
Argentina, perteneciente a la New Kadampa Tradition,
una red internacional que cuenta con alrededor de 1200 centros y grupos de
meditación en todo el mundo, se ofrece un programa de estudio dividido en tres
niveles, llamados “Programa General”, “Programa Fundamental” y “Programa de
Formación de Maestros”. Los mismos están basados en los más de veinte libros
publicados por el geshe Kelsang Gyatso, el
fundador de esta organización budista internacional.
Asimismo, en el marco
del Grupo de Estudio de Budismo Tibetano Yogi Saraha,
perteneciente a la Foundation for the Preservation
of the Mahayana Tradition (FPMT), la monja argentina Thubten
Kundrol ofrece un curso de estudio basado en texto fundamental de la
escuela gelugpa, el Lam-Rim (“Etapas
del sendero”) y un “Programa Básico de Estudios del Budismo Tibetano”.
Otro caso similar es el del
Grupo Phuntsok Choling, perteneciente al linaje Drikung Kagyu de budismo
tibetano, cuyo referente local es Jorge Luis Varela (Konchog Norbu). En este
centro se ofrecen desde hace años “Cursos de Filosofía Budista” de duración
anual, dirigidos a todas aquellas personas que desean introducirse de manera
ordenada al estudio y práctica de la filosofía Budista. Cuentan con dos
niveles, uno básico durante el primer año, y otro avanzado el segundo año.
En el centro de Dharma Kagyu
Tekchen Chöling (KTC), Lama Rinchen, directora y lama principal, dicta una
“Introducción a la meditación y a los principios budistas” y seminarios de
estudio anuales sobre diversos temas. Si bien no se trata de una formación
organizada en niveles, sí toma en cuenta los grados de compromiso y
conocimiento de los practicantes inscritos a la hora de armar la programación.
Por ejemplo, los seminarios de estudio 2021 trataron sobre “Bardos, la
exploración de la conciencia en la vida y la muerte” y “Las seis paramitas,
aplicarse en el desarrollo del amor y la sabiduría a través de las virtudes
trascendentes”. Desde este centro de Dharma, el estudio es alentado y
considerado como uno de los pilares de la práctica budista.
Asimismo, como mencionamos en
el apartado anterior dedicado a la enseñanza académica, desde KTC se han
dedicado a traducir textos claves para sus prácticas y ámbitos de enseñanza. En
el marco de este grupo, los lamas Sangye Dorje y Rinchen Kandro crearon la
Editorial Dungkar, dado que cuando comenzaron a impartir enseñanzas en Buenos
Aires había poco material disponible en español. Esta situación fue el principal
motivo que los impulsó a comenzar con la labor de traducción y difusión de
textos budistas del tibetano, del francés o del inglés al español. Lama Rinchen
también publicó un Manual de estudio de la lengua
tibetana con un CD que incluye el abecedario y que constituye
el recurso sobre el que basan las clases de idioma que se dictan en el centro.
Esta formación en lengua es valorada por practicantes que quieren comprender el
idioma utilizado durante pujas y meditaciones. Este material didáctico está a
la venta en la librería del centro como “Nivel 1 y 2 de tibetano, oral y
escrito” junto con el CD y un Diccionario tibetano-castellano de Nalijorpa
Karma Gyamtso (2011) editado por la Editorial Dungkar.
Por último, vale nombrar las iniciativas del centro Drukpa Kagyu de
Budismo Tibetano Khamgar Dongyuling a cargo de Gerardo Abboud. Con sede en
Buenos Aires, fue fundado en 1986 por los venerables lamas Drubwang Dorzong
Rinpoche y Drugu Choegyal Rinpoche en su primera visita al país. Abboud es
quien guía las meditaciones y dicta los seminarios de estudio de forma gratuita
sobre budismo, ellos son parte de la práctica y las actividades ofrecidas por
el centro. Antes de la pandemia eran presenciales en Buenos Aires, luego los
subían a YouTube para que estuvieran disponibles de forma virtual. A raíz de
pandemia, ofrecen seminarios online como, por ejemplo, “La guirnalda de joyas
del sendero supremo” de Gampopa que dictó en enero y sus 26 videos de clase
están disponibles en el sitio web dentro de la sección del seminario y en el
canal de YouTube. La gratuidad se sostiene gracias a las donaciones que son
utilizadas por el centro para cubrir gastos fijos y, a su vez, completar la
construcción del templo y casas de retiro en la localidad de San Miguel.
Mantienen un diálogo de actividades con Dongyuling Bariloche, fundado años más
tarde por Drugu Choegyal Rinpoche, Drubwang Tsoknyi Rinpoche, Drukpa Choegon
Rinpoche y Kilung Rinpoche.
En el caso de la organización
Vipassana Argentina, perteneciente a la organización budista internacional,
Vipassana Meditation, fundada por Satya Narayan Goenka, si bien no hay un
programa de estudios específico del budismo, se ofrece un curso especial de
ocho días de duración que explica detalladamente el Satipatthana Sutta del canon pali. A diferencia de
los tradicionales cursos de diez días, en los cuales no es posible leer ningún
texto y se centran exclusivamente en la práctica del vipassana, en los cursos
de satipatthana se combina la meditación con el
estudio cuidadoso de este texto fundamental. Además, cabe destacar la labor de
la Editorial Metta en la transmisión de la enseñanza de esta tradición. Esta
institución, vinculada a Vipassana Argentina, ha traducido y publicado tanto
los libros de Goenka como algunos textos canónicos atribuidos al Buda, tales
como el ya mencionado Satipatthana Sutta y el Dhammapada.
Por su parte, la Soka Gakkai
Internacional de la Argentina (SGIAR), perteneciente a la Soka Gakkai
Internacional (SGI), una organización budista laica presidida por el japonés
Daisaku Ikeda, también ofrece diversas modalidades de estudio del
budismo. Por ejemplo, en el año 2020 realizó un “Seminario de budismo”
con modalidad virtual. A lo largo de seis encuentros, el curso abordó la
filosofía de esta organización en base a los numerosos textos publicados por
Ikeda. Además, en el año 2021 comenzó un seminario de cuatro años de duración
que versa sobre “La sabiduría del Sutra del Loto”, basado en un libro homónimo
de Ikeda. Los encuentros mensuales se realizan de forma presencial y se
transmiten en directo por Youtube para los interesados en asistir en forma
virtual. Al mismo tiempo, el Centro Internacional Daisaku Ikeda de Estudios
para la Paz (CIDIEP), una organización laica estrechamente vinculada a la SGI
-y que, a su vez, fomenta lazos con personalidades e instituciones del mundo
académico-, también ofrecen cursos virtuales de ocho clases de duración como
“Ruta de la Seda: La sabiduría del Sutra del Loto” y “Las parábolas en el Sutra
del Loto”. En ocasiones anteriores, estos cursos han sido organizados junto a
la Universidad del Salvador y han sido dictados en colaboración con profesores
de esta casa de estudios. Cabe mencionar que, si bien la mayoría de los
asistentes a estos cursos son miembros de la SGIAR, se encuentran abiertos al
público general.
Como podemos observar, cada
centro budista tiene sus textos preferenciales, escritos por figuras relevantes
del linaje o el maestro particular del grupo. En este sentido, algunas
comunidades promueven la lectura de una literatura circunscripta al maestro
carismático que lidera al centro en cuestión (especialmente en Diamond Way, New Kadampa Tradition, Tashigar Sur, Vipassana Argentina y SGIAR), mientras
que en los demás puede observarse una variabilidad mucho mayor en cuanto a las
prácticas de lectura de los miembros.
Por otra parte, es preciso
señalar que existen diferencias de criterios al momento de traducir los textos
al español según el contexto y los propósitos al realizar esta labor. Mientras
que los centros budistas que se dedican a esta tarea entienden el lenguaje como
un “medio hábil”, priorizando la adaptación del budismo al contexto local, los
académicos que se han dedicado a traducir, como Fernando Tola y Carmen
Dragonetti, entienden esta tarea como una labor filológica y comparativa que
busca ser lo más fiel posible al texto original.
De esta forma, los centros de
Dharma donde se han traducido obras buscan hacerlo del modo que consideren más
pertinente para lograr la comprensión por parte de sus interlocutores al
momento de impartir enseñanzas. Lama Rinchen, lama residente del KTC, durante
un seminario de estudio 2017 comentaba que la noción de “emociones
perturbadoras” no surge de una traducción directa del sánscrito o del tibetano,
sino de una forma de comunicar en Occidente. Decía que, si bien se hace alusión
a “emociones perturbadoras”, “obstáculos” o “negatividades”, estas nociones no
se corresponden muy precisamente con lo que se lee en los textos como “klesha”.
Los “maestros más modernos” usan la expresión de emociones positivas y
negativas, aunque ellos no lo aprendan en esos términos. Esta explicitación por
parte de Lama Rinchen sobre lo que sucede en la traducción de una noción clave
del budismo como klesha, no sólo pone en evidencia su mediación articulando y
traduciendo, sino la idea de traducción como tarea que busca, a partir del
lenguaje de origen, transmitir una idea sin necesariamente mantener una
equivalencia término por término. En otras palabras, el ejercicio de traducción
realizado por parte de grupos budistas como KTC tienen por propósito volver
inteligibles y accesibles las enseñanzas, dándose la posibilidad de ser
flexible en la elección de las palabras. La traducción y la articulación de
términos en diálogo con sentidos locales son parte fundamental de la adaptación
del budismo en contextos de práctica extranjeros.
En el caso de la labor de
traducción en ámbitos académicos, Tola y Dragonetti expresan que este es un
trabajo orientado a “constituir ediciones críticas de los textos contenidos en
esos Cánones, comparando las diversas versiones en las que nos han llegado, con
miras a constituir ediciones confiables, liberadas de los errores tipográficos
originarios y que permitan captar mejor el sentido del mensaje de Buda” (Tola
1990). En efecto, estos estudiosos se dedicaron a realizar ediciones de textos
canónicos en español con introducciones que historizan las obras y sus
diferentes versiones, glosarios y notas al pie que profundizan en los sentidos,
los usos específicos, las tensiones y los conflictos de ciertas palabras o
expresiones. Así, consideraban que esta labor filológica era una forma de
contribuir en la disminución de errores de interpretación originados en las
deficiencias generadas a partir de las traducciones al español de traducciones
previas de la fuente habitualmente al inglés o al francés. de las versiones
usadas en la traducción.
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